Al considerar reubicarse o mudarse a Panamá una de las primeras cosas que debe considerar es el sector inmobiliario en ella.
Es posible que muchos inversores no piensen que la ciudad de Panamá comparte sorprendentes similitudes con grandes ciudades estadounidenses como Miami y Los Ángeles en cuanto a los servicios de alta calidad que ofrece. Durante todo el año, la ciudad disfruta de un clima tropical. Una parte importante de la población es multilingüe, y el inglés es bastante común. La ciudad cuenta con museos y establecimientos gastronómicos de primer nivel, además de una animada vida nocturna. Su economía funciona con el dólar estadounidense, algo que la hace muy competitiva en comparación con otros países vecinos.
Sin embargo, una clara ventaja de Panamá sobre muchas ciudades americanas es su resistencia a las catástrofes naturales. Panamá permanece intacta ante los graves incendios forestales, las sequías o los devastadores huracanes de categoría 5, dada su ubicación fuera de la principal zona de tormentas del Caribe y su forma geográfica.
Estos factores hacen de Panamá un lugar muy atractivo tanto para turistas como para expatriados. El sector inmobiliario ha experimentado un auge con el desarrollo constante de nuevos proyectos en todo el país. Lugares como Costa del Este, Santa María, Boquete y Pedasí han experimentado un crecimiento en los últimos años, en gran parte gracias a los inversores extranjeros.
El sector inmobiliario en Panamá está respaldado por un sólido sistema bancario basado en el dólar estadounidense que no tiene nada que envidiar a otros centros financieros de clase mundial como Nueva York o Londres. Esto se une a las comprensivas leyes de sociedades panameñas que ofrecen varias opciones para invertir y hacer negocios en el país.
Además, las leyes de inmigración de Panamá ofrecen un proceso simplificado para aquellos que buscan invertir, retirarse o comprar bienes raíces en el país para obtener una residencia permanente. Esto le otorga el beneficio de establecer su residencia fiscal en Panamá, lo que significa que cualquier ingreso proveniente de fuentes extranjeras no será gravado por el gobierno panameño. Sólo después de cinco años de ser residente permanente, puede solicitar convertirse en ciudadano panameño y obtener su pasaporte panameño.
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